cumpliendo con mis labores de co-editor()

Un ornitorrinco pasó por las cárceles de la Católica y preguntó que clase de sentencia estaban sufriendo aquellos mocosos ojerosos cargando y construyendo con tanta caña. Un joven risueño le respondió: estudian arquitectura.
El ornitorrinco extrañado logró divisar que quienes esclavizaban a estos muchachos eran sus primos: los castores. Tras un efusivo saludo de familia, los castores decidieron hacerle un tour a su relativo por los pabellones. Encontró muchas generaciones ensimismadas en un tablero de 0.8x1.2 donde dibujaban, y construían. Estuvo ahí toda la tarde, y ninguno levantó ni la mirada.

- ¿hay algún tiempo libre?- preguntó el ornitorrinco.
- No. Solo descansan cuando ya no saben qué hacer.

Entonces el ornitorrinco entendió que lo que pensaba que era una imposición era mas bien una reproducción misma del acto de pensar. Como nunca dejas de pensar, nunca paras de crear, nunca paras de dibujar, nunca paras de resolver.
Sin embargo, el ornitorrinco creyó conveniente darles un aire a los encarcelados satirizando su realidad, una leve sonrisa repondría cualquier cuerpo decadente y le daría un segundo más de vida para que siga produciendo y siga tratando de cambiar al mundo.

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esta es una revista de webadas que se nos ocurren, frikeadas surgidas los viernes por la tarde y algunas bizarreces que los wachimanes no se percararon que hicimos. ah, y todo tiene que ver con arquitectura. =) blader was here